Me llamo  Andre.

Crecí en una gran familia reformada. De niño lo encontré en casa  agradable y acogedor.  Sin embargo, crecí con miedo e inferioridad en mi vida. La religión en la que crecí se basó  en la elección. Para mi Dios fue quien castigó,  y si tenías suerte, te escogió para ser su hijo.

La inferioridad se apoderó de mi vida y de hecho me deprimí gravemente.  En un momento, entré en contacto con el alcohol y pensé que me daría libertad. Sin embargo, mi forma de beber solo me causó más miseria.  Durante ese período quise huir de todo: busqué ayuda, pero  seguía cayendo en mis viejos hábitos.

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Después de un gran momento bajo en mi vida, conocí a personas que me hablaron del amor de Jesús y que podía tener una nueva vida: un nuevo nacimiento. Esto es lo que anhelaba toda mi vida: una nueva vida sin ataduras. Pero debido a mis antecedentes tenía mis dudas y  Pensé: No puedo tomar una decisión por Dios, Dios tiene que hacer eso, pero al mismo tiempo quería a Dios en mi vida.

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A pesar de mi miedo, caí de rodillas y oré a Dios por el perdón de mis pecados e invité a Jesús a entrar en mi vida. ¡Fue una experiencia que no se puede describir con una pluma! Dios entró en mi vida, me dio una alegría inmensa y me quitó las dudas.

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A partir de ese día, la Biblia habló  realmente para mi. Las palabras, que alguna vez parecieron muertas, ¡se volvieron vivas y reales! También puede tener dudas y estar atrapado en una doctrina en particular. Dios quiere liberarte de esto, si das ese paso para aceptarlo en tu corazón. ¡No quiere nada más que ser tu Padre!

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