Mi nombre es Mariama.

Fui criado como católico y me gustaba ir a la iglesia (escuela dominical).  Lo que nunca me dijeron en la iglesia  es que necesitaba el perdón de mis pecados y que podía tener una relación personal con Jesús.  Siempre tengo  aprendí a hacer el bien y  que me llevaría al cielo. Sin embargo, no tenía certeza y tenía miedo de ir al infierno.  En ese tiempo he visto la muerte de cerca. En ese momento vivía en una zona de guerra en Sierra Leona. 

En 2000, cuando era adolescente, vine a los Países Bajos con mi madre y mi hermano para reunirme con mi padre.  Una tía mía vino a visitarnos desde Inglaterra dos años después, esto fue alrededor de Pascua. Ella era una cristiana convertida y quería ir a una iglesia pentecostal para celebrar la Pascua.  Luego tuve que ir con mi madre porque mi tía me mostró el camino  a esa iglesia.  No me gustó esto porque no había ido a la iglesia por un tiempo.

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Seguí yendo a la iglesia porque pensé que era una buena iglesia para ir. En cada servicio de la iglesia se hacía un llamado al arrepentimiento. Entonces pensé en esto y recé la oración de arrepentimiento en casa. Algún tiempo después, después de un campamento de adolescentes en el automóvil, recé la oración de arrepentimiento nuevamente con una mujer de la iglesia y luego abiertamente entregué mi vida a Jesús.  

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Ahora tengo la seguridad de que cuando llegue a morir, Jesús abriría Sus brazos para darme la bienvenida.  

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Si sabe que no está delante de Dios, tome esa decisión. Nunca es demasiado tarde mientras viva. No importa lo que hayas hecho en tu vida, Dios te ama  tu forma de ser!  

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